Proyectos domésticos de construcción y desperdicio de dinero
Si voy a hacer un proyecto de construcción doméstico, tengo dos opciones:
Para saber exactamente a donde quiero llegar, cuanto me va a costar y cuanto tiempo me va a tomar, contrato a un especialista para hacer un presupuesto, y un plan.
Empezar el trabajo a ciegas con la esperanza que me alcance el dinero, sobre la marcha vamos viendo “que se ocupa”.
¿Cuál escenario crees que al final será más caro? ¿Crees que se gasta lo mismo en los dos casos porque llegan al mismo fin?
Estamos acostumbrados a que la industria de la construcción sea informal, los presupuestos son a “dedo alzado” ósea un más o menos –siempre un menos- de lo que va a costar, los contratistas, constructoras y proveedores son informales e incumplidos, y a pesar de eso les damos nuestro dinero sin miedo y con singular alegría e ilusión.
Pero no siempre la construcción es así, para aclarar veamos estos datos:
Porcentaje de proyectos que terminan en calidad, tiempo y costo:
Proyectos domésticos 10%
Proyectos comerciales 50%
Proyectos industriales 90%
Porcentaje de variación del costo final:
Proyectos domésticos +50% a +150%
Proyectos comerciales +20% a +50%
Proyectos industriales -10% a +10% (incluso ahorros!)
Pero ¿porqué? A continuación algunos de las diferencias mas significativas que se hacen de mejor manera en el ramo industrial, que se traducen en ahorros:
Los desperdicios de los materiales representan hasta un 15% adicional en promedio –en algunos casos es mucho mayor-, que incluye: lo que se tira a la basura, lo que no se utiliza, lo que se desperdicia durante el proceso, durante los traslados, lo que aplica mal como malas dosificaciones, por ejemplo exceso de cemento en las mezclas, o sobre armados, sobre dimensionamientos de elementos, empastados demasiado gruesos, muros sobrados en espesor, especificaciones de materiales muy por encima de lo necesario, los faltantes etc.
Los re procesos por mala calidad pueden representar hasta el 25% adicional, por ejemplo omisiones de instalaciones para coladeras, contactos o minisplits, salidas hidráulicas adicionales o re-ubicaciones de muebles, en general todo lo que implique demoler o romper es un trabajo mal echo, ajustes en puertas y ventanas, re colocaciones de pisos, pinturas y recubrimientos en general, o que se colocan prematuramente y después hay que reparar, terceras y capas sucesivas de pintura, etc.
Compras de última hora que son de 10% a 50% mas caras con respecto a las compras planeadas, no existe un solo caso en que comprar de último minuto sea mas barato, además las compras de último minuto generan un sobre costo en la mano de obra por tiempos muertos.
Los tiempos muertos de la mano de obra en la construcción son de 68%, es decir, solo el 32% del tiempo de los trabajadores es empleado en producir, la correcta supervisión pero sobre todo la adecuada planeación se traduce en ahorros son muy significativos, al final de cuentas ¿Quién le paga a los trabajadores que no producen? El cliente absorbe todos estos gastos del contratista, todas las ineficiencias las termina pagando el cliente, porque aún cuando el contrato sea precios unitarios o precio alzado, estos tiempos muertos están incluidos.
Falta de planificación; comprar de último momento significa sacrificar la posibilidad de comprar inteligente, es decir hacer un proceso de adquisiciones que implica consultar precios y diferentes proveedores y productos alternativos mas económicos, significa un ahorro de hasta -30% en optimización de procesos, compras, secuencia constructivas, eliminación de re-trabajos, cuando la construcción se hace sobre la marcha esta oportunidad de ahorrar se pierde o en el mejor de los casos queda en los los bolsillos del constructor.
Por todo lo anterior la figura de la gerencia de proyectos comienza a tener un papel preponderante en los proyectos domésticos, donde cada vez mas los clientes buscan tener calidad en los servicios que se contratan, y seguridad en como va a ser manejada su inversión, el costo de los servicios de High End Projects es una cantidad simbólica proporcional a las dimensiones de los trabajos que se cubre con creces con los ahorros, pero sobre todo el valor agregado es altísimo, aún con los mejores contratistas sin la correcta supervisión y planeación es imposible garantizar el mejor resultado, esto solo se logra mediante la aplicación práctica de la administración de proyectos.